Un prestigioso doctor británico llevó a cabo un estudio el cual reveló una posible vinculación de la llamada triple vacuna con el autismo. En este artículo se destaca el hecho de desacreditar su investigación de parte del Consejo General Médico Británico.
Tomado del Periódico El Universal (México)
LONDRES.- El Consejo General Médico británico (GMC) ha desacreditado al doctor Andrew Wakefield, que causó una polémica al sugerir que podía haber un vínculo entre la vacuna "triple" y el autismo.
El consejo, que evaluó la actuación ética del médico, concluyó, además, que no actuó en favor del mejor interés de los niños que participaron en su investigación, publicada en 1998. Según el GMC, el médico -que no estaba presente al divulgarse la decisión del consejo médico- actuó de manera deshonesta y la forma en que describió su análisis fue engañosa e irresponsable.
En una declaración posterior a la prensa, Wakefield manifestó su "decepción" por las conclusiones del GMC y dijo que éstas son "infundadas" e "injustas", al tiempo que agradeció a su familia, su equipo legal y los padres que creían en su estudio y se han solidarizado con él durante el proceso que se le siguió.
Esta investigación del GMC, cuyo costo está estimado en unos 1.1 millones de euros, duró dos años y medio y más de 30 testigos prestaron declaración. El citado consejo aún tiene que decidir si le retirará a Wakefield el registro para trabajar como médico.
La investigación se publicó en 1998 en la prestigiosa revista médica The Lancet y supuso que millones de padres se enfrentaran al dilema de vacunar o no a sus hijos con la vacuna "triple" (sarampión, paperas y rubéola). El citado consejo no analizó las afirmaciones científicas contenidas en el artículo, sino que trató de establecer si Wakefield violó una serie de prácticas éticas durante su estudio entre 1996 y 1998, realizadas en el hospital Royal Free de Londres.
Este caso estuvo centrado en la investigación llevada a cabo por Wakefield, que puso en duda la seguridad de la vacuna "triple". Según el proceso que se le siguió, Wakefield pagó cinco libras a unos niños para una prueba de sangre durante la fiesta de cumpleaños de su hijo.
El profesional estaba también acusado de actuar de manera "irresponsable" al no revelar a The Lancet el método utilizado para reclutar pacientes que fuesen sometidos al estudio.El artículo publicado levantó en su día una acalorada polémica entre la clase médica y supuso un dilema para los padres.
En 2004, The Lancet señaló que la vinculación entre la vacuna y el autismo no estaba probada y el artículo nunca debió publicarse.
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