El reportaje que sigue, narra el génesis de lo que se le conoce como el polvo inteligente. Este polvo como toda innovación, promete resolver muchos problemas del hombre moderno. El único problema con ello es que todo invento siempre trae consigo nuevos trucos. Ya existen pruebas de que este nuevo polvo inteligente se está utilizando con propósitos ajenos al bienestar de la gente. Este reportaje es la introducción a otro donde se demostrará en lo que realmentese se está uitilizando este polvo inteligente.
Reporteje tomado de CNN
Palo Alto, California (CNN) — En la década de 1990, el investigador Kris Pister soñaba con un futuro en el que se pudieran dispersar por la tierra millones de sensores más pequeños que un grano de arroz.
Estas partículas de 'polvo inteligente', como las llamaba, servirían para controlar todo en el planeta, a modo de terminaciones nerviosas. Equipado con capacidad de computaciones, sensores, radios inalámbricas y baterías de larga duración, este polvo electrónico realizaría observaciones y transmitiría grandes cantidades de información en tiempo real sobre personas, ciudades y el medio ambiente.
La fantasía de Pister comienza a hacerse realidad.
"Es tan emocionante. Ha sido mucho tiempo", dijo Pister, profesor de computación en la Universidad de California en Berkeley.
"Acuñé la frase hace 14 años. El polvo inteligente ha tardado, pero finalmente ha llegado", agregó.
Tal vez no sea exactamente como lo imaginó, pero hay avances.
Lo más reciente viene de Hewlett-Packard (HP), que anunció recientemente un proyecto que llama Sistema Nervioso central para la Tierra. En los próximos años, la empresa planea desplegar un billón de sensores por todo el planeta.
Estos dispositivos inalámbricos verificarán la salud de los ecosistemas, detectarán los terremotos más rápidamente y predecirán patrones de consumo de energía y tráfico, entre otras cosas. La idea es que se podrían prevenir accidentes y ahorrar energía si la gente tuviera más información en tiempo real, en lugar de tenerla sólo cuando se realizan mediciones ocasionales.
HP dará el primer paso hacia ese objetivo en dos años, según Pete Hartwell, investigador de los Laboratorios HP en Palo Alto. La empresa planea colaborar con Royal Dutch Shell para instalar un millón de monitores del tamaño de cajas de cerillas para exploración petrolera, explicó. Esos sensores, que ya están desarrollados, cubrirán un área de 15 kilómetros cuadrados.
Será el mayor despliegue de polvo inteligente hasta la fecha.
"Creemos que la tecnología está madura para sacarla del laboratorio al mundo real", dijo Hartwell.
Pese al gran interés suscitado, todavía hay en la industria informática sobre qué es exactamente el polvo inteligente.
Para empezar, los sensores que se van a utilizar ahora son mucho más grandes y aparatosos que motas de polvo. Los sensores de HP (acelerómetros similares al los del iPhone pero mil veces más potentes) son del tamaño de una caja de cerillas, y en su caja protectora metálica son tan grandes como una cinta de VHS.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un sensor de polvo inteligente y una estación de vigilancia meteorológica o de tráfico?
El tamaño es una. Los sensores de polvo inteligente son relativamente pequeños y portátiles. Pero la tecnología no ha avanzado los suficiente para hacerlos milimétricos.
Otra diferencia son las conexiones inalámbricas. El termostato de un edificio está cableado, mientras que un sensor de polvo inteligente para medir temperaturas funciona con baterías y se comunica con Internet y otros sensores de manera inalámbrica.
Pero en realidad, es el gran número de sensores en red es lo que diferencia el polvo inteligente de cualquier otro sistema de recolección de datos, según Deborah Estrin, profesora de computación de la Universidad de California en Los Angeles.
Los investigadores tienden a hablar en el rango de millones, miles de millones y billones. Algunos, por otra parte, dicen que la realidad es tan distinta del concepto de polvo inteligente que son partidarios de cambiar el término a otros menos llamativos como "red de sensores inalámbricos" o "mallas".
Para Estrin, es importante desterrar la idea de que los sensores de polvo inteligente serían de usar y tirar. Según esta científica, los sensores deben diseñarse con fines específicos y desplegarse estratégicamente, y no dispersarlos al viento, como se concibió originalmente.
Pese a las diferencias, los investigadores sostienen que la teoría de fondo, de vigilar todo usando estos sensores, no ha cambiado en su esencia, y hay varios proyectos existentes que, de una forma u otra, utilizan sensores inalámbricos para captar las constantes vitales del planeta.
En la actualidad se usan estos sensores en granjas, fábricas, centros de datos y puentes con el objetivo de mejorar la eficiencia y entender mejor su funcionamiento. El potencial de estas redes es que en algún momento estén conectadas, dice David Culler, profesor de computación de UC Berkeley.
Según Culler, el desarrollo de estas redes de sensores inalámbricos es análoga a la creación de Internet, aunque dice que todavía estamos en los primeros pasos.
El efecto "Gran Hermano"
Pese a que su utilidad es científica o para el bien público, el despliegue de millones de sensores por todo el mundo hace que algunas personas se sientan vigiladas, como si un "Gran Hermano" las constrolara constantemente.
"Hay un enorme potencial de invasiones de privacidad ya que estamos hablando de sensores muy muy pequeños indetectables", declaró Lee Tien, abogado de la Fundación Electronic Frontier.
"Hay tantos que no se pueden tomar medidas para contrarrestarlos", agregó.
Eso no significa que los investigadores deban dejar de trabajar en el polvo inteligente, sino más bien que deben tener en cuenta estas cuestiones de privacidad a la hora de trabajar en ello, dijo Tien.
Pister explicó que las frecuencias inalámbricas que utiliza este polvo inteligente para comunicarse, muy similares al Wi-Fi, están protegidas y esos datos sólo son públicos si la persona o compañía que los instala así lo desea, agregó.
"Por supuesto que la seguridad y la privacidad preocupan", comentó. Pero "tenemos todas las herramientas de seguridad necesarias para que esta información sea privada".
Futuro brillante
Quienes investigan el polvo inteligente dicen que vigilar el mundo beneficiará tanto a personas como al medio ambiente. Cuanta más información, mejor, sostiene Pister.
"Tener más sensores mejora la eficiencia de un sistema y reduce la demanda y el desperdicio", agrega. "Todo eso es bueno".
Hartwell, el investigador de HP, dice que la única forma de combatir los problemas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad es disponer de más información sobre lo que ocurre.
"Francamente, creo que tenemos que hacerlo desde el punto de vista ambiental y de sostenibilidad", añadió.
Aunque la primera aplicación del "Sistema Nervioso Central para la Tierra" de HP será comercial, Hartwell dice que los motivos detrás del polvo inteligente son altruistas.
"La gente me pregunta sobre mi trabajo y yo simplemente les digo que voy a salvar el mundo", concluyó.
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