Como les mencione en el artículo anterior, Ucrania está siendo abatida por un brote viral, que en un principio, se lo adjudicaban al virus del AH1N1. El diario El País, en su edición cibernética así lo destaca en el artículo, http://www.elpais.com/articulo/sociedad/gripe/alcanza/Ucrania/grado/epidemia/elpepusoc/20091030elpepusoc_4/Tes
Pueden apreciar, basado en el artículo, que dicho brote surgió a fines del pasado mes de octubre. Cabe destacar, que ningún medio noticioso en mi país (Puerto Rico), y muy pocos en los Estados Unidos, han mencionado algo con respecto a esa grave situación. Este problema, del cual ya se mencionan sobre 1.6 millones de personas contagiadas, 90 mil hospitalizadas, y sobre 400 muertes, no se destaca en los medios noticiosos. La pregunta que surge de inmediato es, ¿por qué? ¿Qué pretenden ocultar?
Vamos a ver en detalle la situación, para ver si de ahí surge alguna respuesta a dichas interrogantes. Para comenzar, hay que describir el antagonista de esta horrenda historia que acaba de complicar el panorama mundial. Muestras tomadas a víctimas en Ucrania, tienen una proteína receptora, D225G. Las muestras fueron tomadas de cuatro perjudicados; de sus pulmones (3) y de la garganta (1). Dicha proteína se asocia a un polimorfismo (que puede cambiar), que a su vez se relaciona con ciertos tejidos como los del pulmón, donde se replica con suma facilidad. Este polimorfismo se ha encontrado en muestras del virus de la fiebre española del 1918, que casualmente es del tipo H1N1, con la misma proteína D225G, encontrado en el H1N1 actual.
Esto ha creado una preocupación en el sentido de que el H1N1, se está adaptando a sus hospederos, ya que se ha encontrado esa misma proteína en casos mortales en China, Brasil, Noruega y Australia. Un analista y reportero investigativo, Wayne Madsen, nombra a esta epidemia de Ucrania, la “Jurasic Flu”. Esto debido a que según varias investigaciones, parte de este virus parece haber sido obtenido del cuerpo de una víctima de la fiebre española del 1918, el que a su vez pudo haber mutado. Un dato importante es que el 99% de las víctimas mortales fueron vacunadas vs el H1N1.
El problema de esto es que el H1N1, ha presentado una mutación. Pero eso no es todo. Los virus que tienen la proteína receptora D225G, se han mostrados resistentes a el efecto de la vacuna, y como si fuera poco, a el Tamiflu también. Esto ha sido admitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo ellos estiman que dicho hecho no es meritorio el anunciarlo. ¿Será posible una actitud tan irresponsable? Pues así parece ser. En este enlace pueden evidenciar tal actitud; http://www.nytimes.com/2009/11/28/health/28flu.html
Hay que estar vigilantes ante el movimiento y comportamiento de este virus, principalmente, su nueva versión producto de la mencionada mutación. Sobre eso y mas, estaré comentando en una tercera parte.
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